El cultivo de plátanos es uno de los más productivos que existen en el mundo, aunque se dan solo en zonas con climas cálidos.
En España es común que los sembradíos autóctonos estén en Islas Canarias, por las condiciones ambientales de la zona que son ideales para ellos.
Se trata de una planta que produce un fruto con unas características bastante buenas en cuanto a niveles de nutrición y, sobre todo, de facilidad de consumo.
Pero también es propensa a sufrir de ciertas plagas y enfermedades, así que hay que prestar mucha atención para evitar que los daños se vuelvan considerables.
Picudo negro
Se trata de un insecto tipo escarabajo que es común verlo atacando a los cultivos de plátano. Su cuerpo es de marrón oscuro, casi negro, y como el tamaño es alrededor de 1 centímetro, resulta fácilmente visible.
En cuanto a la boca, contiene un aparato succionador (como un pico) a través del cual absorbe el alimento que necesita de las plantas.
Además, cuando está en fase de larva va consumiendo el interior del tallo de la platanera, lo que ocasiona la formación de manchas amarillas. Esto, a su vez, afecta la vitalidad de la planta, pudiendo romper el tallo y dejándonos ver los túneles que fabrican en su interior.
Un método sencillo de control es con el uso de trampas, las cuales se colocan en el suelo y se trabajan con cebos alimenticios que son de venta comercial. La idea es atraer a los insectos y que después los mismos sean eliminados por ahogamiento, pues la base de la trampa estará llena de agua y jabón.
Mal de Panamá
Dentro de las posibles enfermedades que atacan al cultivo de plátano, el mal de Panamá es quizás el más letal porque no tiene cura.
Se produce por acción de un hongo de la familia de los Fusarium que va consumiendo la planta desde las hojas más viejas a las más nuevas.
Los primeros síntomas se evidencian al generarse manchas amarillas en la estructura y la imposibilidad de generar racimos de frutos. De hecho, en los pocos casos en que la planta es capaz de producir racimos, estos quedan flácidos y delgados porque no llegan a completar su crecimiento.
En todo caso, las medidas preventivas son lo más recomendable, apostando por la desinfección de la tierra con la aplicación de cal agrícola.
Araña roja
Muchos cultivos de plátano pueden sobrevivir al ataque de la araña roja porque no llega a afectarlos de forma nociva cuando están en baja cantidad.
En general, la araña roja consume la savia de las hojas y se esconde en el envés, haciendo difícil detectar su presencia a simple vista.
El caso es que el uso de fertilizantes con un alto nivel de nitrógeno sumado a un bajo nivel de humedad, puede ayudar a que se multipliquen. Esta multiplicación ocasiona que sí pasen a dañar los racimos de plátanos y es en esa fase que se debe aplicar el tratamiento apropiado.
Este consistirá en realizar una mezcla de azufre con el agua de riego, de manera que se eleven los niveles de humedad y se repelan los insectos.
Trips
Los trips son pequeños insectos que ejercen daños en muchos tipos de cultivos y en el plátano afectan de forma radical a los frutos.
Esto se debe a que las hembras realizan el proceso de colocar sus huevos en los frutos nuevos, llevando a que se generen daños en los adultos finales.
En la mayoría de los casos, estos daños se evidencian por la presencia de manchas oscuras en la cáscara. Sin embargo, también podría afectarla a nivel de textura, volviéndola áspera y llevando a que la pulpa pierda su característica humedad.
Esto último es perceptible cuando la cantidad de trips es muy elevada y no se han tomado las medidas correctivas pertinentes. Para hacerle frente a un ataque de trips es necesario que la planta esté en óptimas condiciones de salud, así como libre de malas hierbas a los alrededores.
En cuanto a los productos químicos, son provechosos componentes como el malathion. Eso sí, como se trata de una mezcla compleja es necesario que se sigan las instrucciones aprobadas por los organismos competentes.
Negrilla
El hongo de la negrilla que se presenta en los plataneros en función a la actividad de algunas plagas como la mosca blanca y el pulgón.
Es un hongo que ataca de forma principal a las hojas, provocando manchas en la estructura con una especie de polvo negro. Esto podría parecer como el producto de la combustión, el hollín, lo cual afea a la planta.
Después de causar daños en las hojas, podría pasar a otras zonas como el tallo, también dañándolo. La buena noticia es que sus efectos no causan daños considerables a nivel de producción y tampoco llevará a la planta a la muerte, como en otras enfermedades.
Una de las formas más sencillas de evitar que el hongo ataque a la planta es asegurándose que las plagas que generan melaza no dañen. Ahora bien, si ya el daño está hecho, lo más recomendable es acudir a estrategias naturales de limpieza, como los lavados con jabón potásico.
Este jabón, además de ayudar a limpiar a la planta del hongo, también combate las plagas que la producen. Después de realizar el lavado apropiado de cada planta y zona afectada, tocará realizar una poda de limpieza.
Esta última poda servirá para eliminar las zonas que hayan sido más dañadas y que afean la estructura de la platanera. En general, sembrar plátanos tiene un porcentaje de éxito muy alto en la mayoría de los casos.
Pero si notamos que algo no va muy bien, un accionar temprano puede ayudar a reducir los riesgos de pérdidas de plantas y cosechas.
¡Hola!
Soy Arantxa Bellido y hace años que colaboro con Sembrar100. Soy graduada en Ingeniería Agroambiental (2014) por la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Agroambientales. También he cursado el Programa Oficial de Posgrado en Agrobiología Ambiental por la Universidad de Navarra.