¿Qué características tiene la camelia?
La Camelia, del género Camellia, es una planta nativa del Lejano Oriente que llegó a Europa de la mano de un padre jesuita de apellido Camellus, quien vivió en el siglo XVII.
Proviene de regiones tropicales y subtropicales focalizadas entre China y Japón. Pero también hay presencia más hacia la franja sudoriental asiática.
Tiene un porte elegante indiscutible gracias a sus flores grandes y variadas formas que dependen de la variedad.
Hay especies que crecen como árboles pequeños y otras como arbustos. Son de hoja perenne y existen ejemplares que miden unos 10 metros de altura.
Hay por cierto alrededor de 250 especies diferentes, entre árboles y arbustos que florecen con mucha generosidad. Son particularmente resistentes, porque justamente comienzan a florecer a finales del mes de diciembre y se mantiene activa durante todo el invierno.
La planta de flor simple, o más sencilla tiene una corola con cinco pétalos, así como muchísimos estambres visibles Pero hay especies mucho más grandes, conocidas como las camelias compuestas, donde sus estambres no se ven a simple vista, porque hay un predominio de bastantes pétalos que se cierran más.
Tienen colores tan llamativos como el amarillo, salmón, rosa, purpura o tan discreto como el blanco. Inclusive, hay especies con flores bicolores, es decir que una misma planta pueden tener flores de varios colores, bien sea jaspeados o mezclados. Simboliza la fortuna, la felicidad y hasta la longevidad.
En España la región de Galicia rinde un culto espectacular a la Camelia, al punto que se considera la flor de Rías Bajas. Tan popular es, que desde el año 1965 se celebra la Exposición Internacional de la Camelia.
Una especie popular capaz de adaptarse a espacios de interior es la Camellia japonica. Otras muy conocidas son: la Camellia sinensis, conocida porque se extrae un exquisito té, la Camellia Sasanqua, entre otras.
¿Qué necesidades de tierra tiene la camelia?
Una clave indiscutible para un buen cultivo es contar con un suelo de pH ácido. Para obtenerlo, bastará con añadir una capa de turba rubia, tierra de brezo o de castaño.
El abono recomendado se hace después de la floración, con un preparado de abono ácido para camelias o plantas acidófilas o un producto que contenga quelatos de hierro.
Otra recomendación de voces expertas es aplicar un abono específico al agua de riego y aplicarlo una vez en primavera y otra en otoño para estimular una floración sensacional.
¿Cómo hacer que la camelia crezca fuerte y vigorosa?
Uno de sus puntos débiles es la elevada intolerancia que tiene la Camelia a las temperaturas calientes. Por eso la calefacción es uno de sus peores enemigos.
Lo prudente entonces es escoger el lugar más fresco de la casa, donde también ha de contarse con humedad ambiental constante para que pueda florecer sin dificultades.
Y si se cultiva en terrazas los resultados serán igualmente positivos siempre que se coloque en la tierra paja, mantillo y pedazos de cortezas.
Aun cuando es bastante resistente al frío siempre hay que protegerla de las heladas y evitar que se congele.
Otro truco consiste en sacar la planta de la terraza, alejarla de ventanas o zonas por donde circule aire helado y poner la maceta, dentro de la casa, encima de una tabla y no sobre el piso en los días de mayor frío invernal. Las plantas con capullos deben protegerse por las noches con una campaña de cristal o simple papel periódico.
Son otras formas efectivas de cuidarlas de los efectos de heladas. Otra clave radica en una iluminación constante. Le gusta la luz pero nunca debemos permitir que los rayos solares la invadan en forma directa.
Y si se va a realizar un trasplante es importante emplear un sustrato de tierra ácida, con turbas de pH muy bajo para que el ejemplar se mantenga saludable. La turba es fácilmente mejorada con ayuda de un abono específico para plantas de tierra ácida.
¿Qué humedad necesita la camelia?
Los expertos recomiendan poca agua en la época de floración, que suele durar tres meses. En ese lapso sus pedúnculos se fortalecen como preparación para soportar el peso de los capullos densos de la Camelia.
Por supuesto, si se mantiene la planta en una maceta, el drenaje de la misma debe ser excelente, preferiblemente con agua de lluvia libre de cal. Si no se tiene, entonces es bueno apelar al siguiente secreto: podemos tomar agua del grifo mezclada con vinagre.
¿Es necesario podar la camelia?
¿Cada cuánto debemos podar la camelia?
¿Cómo podemos evitar las plagas y enfermedades de la camelia?
¿Cómo solucionarlo? Simple. Es necesario llevar la planta a un sitio fresco, luminoso y regarla solamente después de que se comprueba que la tierra se ha secado por completo.
Otro signo de enfermedad se evidencia cuando sus hojas se ponen amarillentas y los botones de flor se pasman, no abren. En este caso lo más probable es que la tierra no contenga los nutrientes adecuados ni el pH correcto para especies acidófilas como lo son las camelias.
Hay un hongo llamado pestalozzia guepini muy agresivo capaz de pintar de color plateado las hojas. Si no se combate con un buen fungicida de inmediato y se retiran las hojas dañadas sin dejar que caigan al suelo, entonces ocasiona la ruina completa de la Camelia, hasta matarla.
La roya es otro mal detectable cuando en las hojas comienzan a aparecer bultos o chichones. Es controlable con la inmediata aplicación de un fungicida, porque se trata de otro hongo muy abusivo.
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Soy Arantxa Bellido y hace años que colaboro con Sembrar100. Soy graduada en Ingeniería Agroambiental (2014) por la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Agroambientales. También he cursado el Programa Oficial de Posgrado en Agrobiología Ambiental por la Universidad de Navarra.