¿Qué características tienen las orquídeas?
Las orquídeas son un auténtico regalo de Dios de espectacular belleza. Son plantas perennes que pertenecen al género de las Orchidaceas.
Alrededor del globo terráqueo, compiten unas 25 mil variedades naturales que impactan por sus colores espectaculares.
Muchos géneros poseen ejemplares únicos, irrepetibles, considerados endémicos.
Tal es el caso de orquídeas procedentes de la selva amazónica que no se reproducen en ninguna otra parte del mundo.
Tienen un carácter epífito, que no es más que la característica de crecer encima de otras plantas, cual si se tratara de hongos o setas, a quienes puede robarles nutrientes debido a que no es capaz de producirlos por sí mismas a través de la fotosíntesis.
Entre las especies más conocidas tenemos las orquídeas Phalaenopsis, cuya forma imita la figura de una mariposa, extendiendo sus pétalos, cual alas, siendo de un color intenso como el fucsia. O la Dendrobium, que gusta vivir sobre rocas o en un árbol que le de sustento a cambio de flores muy coloridas.
Otra especie famosa es la llamada Reina de las orquídeas o Cattleya, de colores hermosísimos y una fragancia divina que inunda todo el ambiente. Debe su existencia al cultivador Guillermo Catteleya, quien pudo crear esta planta mitad flor, mitad árbol, a mediados del siglo XIX.Esta belleza llegó a Europa procedente de Brasil.
También la especie Cymbidium, que proviene de las montañas del Himalaya, en Asia, se ha ganado su propio espacio y hoy en día se usa en ramilletes armados comercialmente en floristerías, debido a que sus flores duran mucho más tiempo que las demás, desarrollándose por cierto a partir de pseudobulbos que la distinguen del resto de especies.
Como toda planta nacida en las selvas tropicales o sitios recónditos del mundo, cualquier orquídea requiere de algunas condiciones especiales importantes. Sigue leyendo y sabrás cómo cuidar bien las bellas orquídeas.
¿Qué necesidades de tierra tienen las orquídeas?
Un buen sustrato es un elemento vital para el buen cuidado de las orquídeas. Aunque la fama de ser delicadas no es tan exagerada, sí se toman en cuenta factores de cultivo fundamentales como el tipo de tierra, tipo de iluminación y riego, todo saldrá bien.
Existe una consideración previa muy importante para cultivar orquídeas. Existen varios tipos. Están las epífitas, pero también hay terrestres y semiterrestres. En el caso de las epífitas conviene la siguiente preparación de la tierra, para darles larga vida.
- 3 partes de turba blanca.
- 3 partes de corteza de pino, si es mediterráneo mucho mejor.
- 3 partes de corcho.
- Otra parte igual de granulado de arcilla.
- 2 gramos de cal ácida, por cada litro de sustrato.
Se toman como base del sustrato la corteza de pino junto al corcho. Juntos proveen la acidez adecuada para la planta, con la ayuda previa de la cal ácida agregada.
Del mismo modo, se agrega la turba blanca, responsable de ayudar a mantener la humedad adecuada que necesita la orquídea en forma sostenida. El granulado de arcilla le concede ventilación al preparado.
En el caso de tipos de orquídeas terrestres o semi terrestres, la preparación de la tierra es la siguiente:
- 1 parte de turba blanca.
- 1 parte de carbón vegetal.
- 1 parte de vermiculita.
- 5 partes de corteza de pino.
- 2 gramos de cal ácida por litro
En este caso, como ya se ha visto, la corteza de pino predomina y se obvia al corcho. La idea es que el carbón vegetal ayude a incrementar el pH de este sustrato. En tanto que la vermiculita ayuda a que la mezcla retenga muy bien las sales esenciales.
Finalmente, con las cantidades correctas de cada elemento integrante de la mezcla, se rellena la maceta con una dosis adicional, de amor y optimismo.
¿Cómo hacer que las orquídeas crezcan fuertes y vigorosas?
El universo de las orquídeas es único. Esculpidas por la mano de Dios, son una auténtica bendición en cualquier hogar.
Porque atraen las mejores miradas y regalan colores y aromas divinos que traen paz y alegría.
Una parte muy delicada de esta planta son sus raíces, las cuales ameritan un monitoreo constante.
Por eso hay quien recomienda que los maceteros sean transparentes, debido a que será mucho más fácil apreciar los cambios en la coloración de las raíces.
Si las mismas están verdes, eso significa que no necesitan agua. Están satisfechas, pero si se tornan blancuzcas entonces la alerta será total y hay que regar la planta con generosidad.
La especie Phalaenopsis es una de las más sensibles a los cambios de la humedad ambiental. Por eso resulta común verla en envases blancos o transparentes. Y es que el encharcamiento es quizá el peor enemigo de la orquídea. Hay que estar muy pendiente de humedecer el agua, pero jamás en exceso.
La variedad epífitas son amantes de las alturas, por lo que es preferible tenerlas en macetas colgantes ya que las raíces aéreas podrán expandirse con normalidad para absorber la humedad ambiental, con más facilidad.
La opción más plausible es colocarla encima de un tronco o tallo, porque así es como vive en condiciones naturales. Otro dato importante para un cultivo exitoso de orquídeas es la realización de trasplantes periódicos, cada 2 años.
Es preferible mudarlas de maceta a finales del invierno y comienzo de la primavera, cuando las temperaturas empiezan a subir. Esto se hace así porque en ese lapso la planta reinicia su actividad rítmica. Es fundamental no incurrir en los siguientes errores durante el cultivo en casa de orquídeas:
- No deben usarse sustratos comunes, que no estén aireados.
- El riego excesivo las enferma, porque inmediatamente padecerán ataques de hongos y bacterias.
- Las orquídeas deben sembrarse en una maceta adecuada, con agujeros grandes que permitan un drenaje óptimo y patas que la ayuden a levantarse, que no toque el suelo, ya que de esta manera el agua drenará con facilidad tras el riego.
- Otro error imperdonable es decidir un trasplante cuando la planta esté en floración. Nunca puede hacerse esta actividad ya que se verá perturbada con el cambio, estresada y pierde vigor, energía.
- La luz natural es por supuesto otro factor importante para un sano crecimiento. Deben recibirla abundantemente pero siempre de manera indirecta.
- Hay que fertilizar con productos específicos para orquídeas, porque contienen nitrógeno, fósforo y una dosis de potasio, grandes estímulos para una buena floración de la planta.
- Por último, hay que procurar conocer muy bien la especie. Hay diferencias en los cuidados, dependiendo de la variedad, así que no se pueden improvisar y es mejor documentarse bien con antelación, para que el cultivo sea exitoso y sintamos el mayor de los orgullos cuando la orquídea nos regale sus hermosas flores.
Las orquídeas terrestres son aquellas cuyas raíces crecen debajo de la tierra. Así de sencillo. Sus tallos son mucho más erguidos, estilizados porque así consiguen los nutrientes que requiere para desarrollarse a plenitud.
En el caso de las epifitas, existe una sustancia alimenticia llamada humato presente en las hendiduras o huecos de la corteza de los árboles, donde se acumulan hojas, musgos, agua y restos de ramas que terminan por convertirse en una buena fuente de nutrientes.
Por eso hay que imitar al máximo el hábitat natural de las orquídeas, dependiendo de la variedad que nos honre cultivar.
¿Qué humedad necesitan las orquídeas?
¿Es necesario podar las orquídeas?
¿Cada cuánto debemos podar las orquídeas?
Hay que podar al finalizar la época de floración. La poda es realmente delicada en una orquídea. Hay especies muy conocidas como la llamada orquídea mariposa o la Phalaenopsis que requieren ser podadas una vez al año a fin de estimular una abundante floración.
En realidad, la mayoría de las especies necesitan ser podadas de forma constante, porque las flores y hojas secas le roban vigor, energía.
¿Cómo podemos evitar las plagas y enfermedades de las orquídeas?
Al dejarle un sustrato muy húmedo estamos contribuyendo a que aparezca la podredumbre en rizomas y pseudobulbos, uno de sus peores enemigos. Así que es preciso cuidar en extremo este aspecto durante los cuidados caseros de las orquídeas.
La solución a este problema está en contar con la ayuda de recipientes con grandes huecos para que el agua drene muy bien.
El uso de materiales como corteza de pino, perlita, cáscara de almendras, fibra de coco, arlita, pedazos de raíces de helecho gigantes y otros materiales de diferente granulometría son especialmente favorables para ayudar a drenar la tierra.
Por ejemplo, el carbón vegetal poco triturado es sensacional porque tiene una textura muy porosa y al ser adicionado al sustrato provee a la planta de muchas sustancias nutritivas.
Sin embargo hay que estar pendiente de que la corteza no se degrade, porque entonces la humedad se incrementará sustancialmente y será necesario un trasplante urgente, para evitar que las raíces se pudran.
Finalmente, es importantísimo cerciorarse de que todos estos sustratos estén certificados, libres de hongos y bacterias, que procedan de lugares de venta reconocidos.
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Soy Ainara Salcedo, y nací en Zaragoza. Hace un tiempo que empecé a colaborar con Sembrar100 en la redacción, edición y maquetación de artículos. Mi grado en Periodismo por la Universidad de Zaragoza me ha ayudado a poder realizar mejor mi trabajo. Dispongo también de el Máster universitario de Periodismo y Comunicación Digital: Datos y Nuevas Narrativas por la UOC.