¿Te causa muchas dudas el tema del riego de suculentas en invierno? No es para menos, sobre todo si tomamos en cuenta que son plantas que generalmente no exigen una gran cantidad de agua.
El caso es que sí, sí debes aplicar riegos puntuales incluso durante la época más fría del año para asegurar que estén saludables.
Y si no tienes idea de cómo hacerlo y te da miedo cometer un error que afecte tu linda suculenta, aquí te daremos toda la información que necesitas.
- Frecuencia de riego: un riego cada mes o cada dos meses en función a las condiciones propias de cada suculenta.
- Método de riego: con una regadera de cuello largo.
- Hora del día óptima para el riego: a cualquier hora.
- Identificar exceso de agua: ahogamiento de las raíces, ambiente agradable para que caigan bacterias u hongos de distintos tipos.
- Identificar carencia de agua: no presenta síntomas debido a que está en época de reposo y sus necesidades de agua son realmente mínimas.
¿Qué necesidades de riego tienen las suculentas en invierno?
Las suculentas son plantas que de por sí exigen muy poco riego porque están en capacidad de atrapar una buena cantidad de humedad del exterior. La idea durante el invierno es ofrecerle lo suficiente para que el sustrato se mantenga húmedo pero sin encharcar.
Como en invierno el proceso de evaporación es más lento y la planta está en estado latente, sus exigencias disminuyen mucho. De todas formas, es bueno saber que las suculentas están en capacidad de almacenar cierta cantidad de agua en su estructura.
¿Cómo podemos detectar falta de riego en las suculentas en invierno?
Las suculentas pueden resistir algunas temporadas de sequías porque vienen preparadas de forma natural para ello.
De esta forma, es muy poco probable que sufran síntomas asociados a la falta de riego, ya que estará en reposo.
La razón es que en su ambiente natural suelen vivir con dos épocas bien diferenciadas: una de constantes lluvias y otra de intensa sequía.
El invierno puede representar una época complicada para ellas a nivel de temperaturas, por lo que se aconseja mantenerlas protegidas en el interior.
¿Cada cuánto debemos regar las suculentas en invierno?
Los riegos de las suculentas en el invierno deben reducirse al mínimo, estableciéndolos en un aproximado de uno mensual o bimensual. Esta frecuencia la podrás determinar en función a las características propias de tu suculenta y la respuesta que genera según el entorno.
Aunque el invierno ejerce una importante influencia, no es el único elemento a considerar, también debes valorar el tipo de tierra, la iluminación, etc. Si riegas en una frecuencia más corta, considerando por ejemplo lo que necesitan otros tipos de plantas, podrías someter a tus suculentas a problemas de exceso de riego.
¿Cuál es la mejor forma de regar las suculentas en invierno?
La mejor técnica que ayuda a tener suculentas hidratadas sin correr riesgos de añadir agua de más es con una regadera de cuello largo y orificios pequeños. Gracias a este implemento común de jardinería, el agua fluirá con un bajo caudal, pudiendo añadir la cantidad correcta sin que la tierra sufra encharcamientos.
Es importante que al momento del riego este sea hecho con profundidad para asegurar que toda la tierra se impregne de la humedad. De esta forma, la tierra irá liberándose del agua poco a poco, aportándole a la suculenta la cantidad que necesite y asegurando que esté bien hidratada.
¿Cómo detectamos exceso de agua en las suculentas en invierno?
Como estarán en estado de reposo será más difícil comprobar que existan problemas, por lo que la prevención es primordial. En todo caso, si notas que hay cambios en su estructura normal y has aplicado una serie de riegos en los últimos días, es probable que ese sea el problema.
Por otro lado, los ambientes cargados de humedad en las suculentas pueden dar pie a que se alojen distintos tipos de hongos o bacterias que la dañarán. Existen tantas variedades de suculentas que no debes perder de vista lo importante que es familiarizarte con las necesidades de la tuya en particular.
Aunque todas tienen un comportamiento y exigencias más o menos similares, la idea es que puedan recibir un trato personalizado y estar saludables siempre. El riego es un punto de los más delicados que existen en sus cuidados pero después que le tomes el truco, todo será más fácil.
Referencias bibliográficas
- Cactus y otras suculentas, M Uhlig – 2008 – books.google.com
- Cactáceas y suculentas del jardín botánico Lankester, MR Rossi – 1996 – books.google.com
- Enciclopedia ilustrada de los cactus y otras suculentas: (descripción de las especies, hábitat y cuidados de cultivo), A Gómez Sánchez – 2001 – sidalc.net
- Suculentas: plantas contemporáneas, GC Arenaza – RD-ICUAP, 2019 – rd.buap.mx
- Colección de cactáceas y otras suculentas del Jardín Botánico de la Facultad de Estudios Superiores Zaragoza, R Rios Gomez – 2015 – 132.248.161.133
- Composición florística de las plantas suculentas del Parque Histórico Guayaquil, RB Martìnez, MNM Moreira – Revista Ciencia UNEMI, 2017 – dialnet.unirioja.es
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Soy Arantxa Bellido y hace años que colaboro con Sembrar100. Soy graduada en Ingeniería Agroambiental (2014) por la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Agroambientales. También he cursado el Programa Oficial de Posgrado en Agrobiología Ambiental por la Universidad de Navarra.