Se ha expandido hacia el Norte de África, las Islas Canarias, Japón y Asia central.
Existen actualmente alrededor de 15 tipos identificados, donde resaltan, además de la común y la canaria, especies tales como: Hedera colchica (Hiedra del Cáucaso), Hedera maroccana, Hedera algeriensis (Hiedra de Argelia), Hedera nepalensis (Hiedra del Nepal).
Esta planta ornamental, especial para decorar ambientes, pertenece a la familia de las araliáceas y exteriores también funciona muy bien, pero jamás desperdicies su grandioso potencial para moldearse en jardines colgantes verticales u horizontales.
Su capacidad de adaptación ha sido grandiosa. Saltó de los invernaderos, donde se la mantenía antes a buen resguardo, a zonas cálidas donde crecen ahora variedades enanas o jaspeadas.
Uno de sus mayores atractivos son precisamente sus hojas verde oscuro, que poseen entre 3 a 4 lóbulos que forman figuras ovaladas o elípticas hacia la zona del racimo. También hay tonos manchados, con rayas de color blanco o amarillas, denominadas variegadas.
Tiene flores pequeñas que nada lucen frente al esplendor de sus hojas. Las verás a finales de la primavera y comienzos del otoño. Y frutos o bayas Tóxicas de color amarillo, verde o negro que alcanzan a penas medio centímetro de diámetro.
En exteriores, se comporta como una eficiente trepadora capaz de alcanzar grandes extensiones en tallos que pueden superar los 15 metros, gracias a que ostentan una leñosidad a toda prueba que les permite comportarse como una rastrera capaz de cubrirlo todo: jardines, pisos, paredes o muros.
Incluso, hay algunas variedades que superan los 40 metros de longitud en sus tallos.
De allí que se empleen como plantas para cubrire muros, rejas, columnas, laderas o sotobosque.
Si la vas a cultivar en interiores, materos colgantes son ideales. No te arrepentirás de cuidarle en casa. ¿Quieres saber cómo? Veamos a continuación algunas indicaciones prácticas.
Temperatura: ¿Dónde la debemos sembrar?
La hiedra es una trepadora de hoja perenne, que también se utiliza mucho como planta colgante.
Sin embargo, cuídala de no exponerla demasiado tiempo a estas variaciones ambientales por largos períodos, porque sus hermosas hojas sufrirán hasta resecarse y morir.
Luz: ¿Qué necesidades de luz tiene?
Poca luz en verdad necesita. Pero sí gusta de una luz natural suave.
Si no está cerca de una ventana, ella no se quejará con cambios en su morfología. No señor. Soportará tranquila ambientes no tan oscuros donde sus hojas se destiñan por falta de la incidencia de rayos solares.
La Hiedra, sin duda alguna, se desarrolla mejor si la expones con regularidad a pleno sol o permanece en sitios sombreados. Y no la matan heladas, ni cambios bruscos de temperatura, porque la valentía de las especies variegadas se imponen.
Dale sol algunas horas al día y sabrá agradecértelo con creces.
Como no es muy demandante con el sol, aguanta bien espacios cerrados. Por lo que se convierte en una planta de interior a tener en cuenta.
Sustrato y Abono: ¿Cómo preparamos la tierra?
Usa un fertilizante mineral al menos una vez al mes cuando llegue la primavera. En verano también procede esta ayuda que la Hiedra agradecerá mucho.
Un suelo rico en tierra de jardín con una mezcla equilibrada de turba y arena será de gran alivio para ella, porque el drenaje fluirá sin problemas de consecuencias fatales para sus raíces.
El pH del suelo ideal para su crecimiento es aquel cercano a seis y será mucho mejor si puedes adicionar una capa de humus de lombriz o compost, cuando la planta supere los seis meses de vida bajo tu abrigo. Este agregado será espectacular para potenciar su sano crecimiento.
Sembrar la hiedra paso a paso
- Una vez hemos elegido el lugar donde vamos a plantar la hiedra (preferiblemente semi sombra), haremos un agujero cuya profundidad será mayor a la que tiene la maceta.
- Sacamos la planta de la maceta (con cuidado) y la depositamos en el agujero.
- A continuación ponemos sustrato en el agujero y alrededor de la hiedra que acabamos de poner.
- Finalmente, volvemos a rellenar el agujero con la tierra sustraída previamente.
- Por último, regamos suavemente o con goteo un buen rato (sin encharcar la tierra).
Para saber más, puedes ver: Esquejes de hiedra.
Cuidados de la hiedra
Es recomendable que la hiedra tenga un espacio para trepar. Si se riega (ahora lo veremos) con asiduidad y no se descuida, la hiedra puede crecer mucho.
Es recomendable una o dos veces al año hacer una poda intensa (sobretodo cuando ya se ha hecho grande).
Riego: ¿Cada cuánto y cómo regamos la hiedra?
Por ejemplo, el invierno es la temporada donde menos agua recibirá. Una rociada bastará siempre que el suelo se haya secado por completo, lo cual suele ocurrir máximo una vez por semana en el caso de variedades de interior.
Realiza pulverizaciones eventuales de sus ramas en el invierno, que también serán bien aprovechadas por esta popular planta trepadora. Especialmente, cuando comiences a notar que sus hojas cambian a una textura rugosa de color pardo o amarillento. Esto indica que justamente necesita hidratación.
Pero cuando apriete el calor del verano, el riego debe incrementarse a una frecuencia estimada en 3 o 4 veces a la semana para darle hidratación permanente.
Aprovecha, además, de podarla al comienzo de la primavera y así estimularás un crecimiento saludable y evitarás la invasión inadecuada de sus flexibles tallos en muros, canalones y hasta tuberías. Si te descuidas ella se meterá por todos lados, haciendo honor a su nombre.
Disfruta de esta planta fiel a tus ideas decorativas renovadoras en el hogar, con un bajo impacto en costo dado su mínimo mantenimiento.
Plagas y enfermedades de la hiedra
Una de las enfermedades de la hiedra es la Marchitez por verticilosis. Verticillium o verticilosis es un hongo común del suelo que prospera en climas templados de todo el mundo y puede estar presente en el suelo durante décadas.
La verticilosis pasa el invierno en el suelo en forma de micelio latente o de diminutas estructuras negras de reposo llamadas microesclerocios, a la espera de que vuelvan las condiciones favorables.
Entran en el tejido vegetal dañado a través de las raíces y se multiplican. Muchas malas hierbas comunes, como el diente de león y las malas hierbas, pueden ser especies que hospedan el Verticillium.
La marchitez por Verticillium es una enfermedad que afecta a más de 350 especies de plantas eudícolas. Está causada por seis especies de hongos Verticillium: Verticillium dahliae, Verticillium albo-atrum, Verticillium longisporum, Verticillium nubilum, Verticillium theobromae y Verticillium tricorpus.
Muchas plantas con un importante peso económico son susceptibles, como el algodón, los tomates, las patatas, la colza, las berenjenas, los pimientos y las plantas ornamentales, así como otras en comunidades de vegetación natural.
Muchas especies y cultivos de eudicotas son resistentes a la enfermedad y todas las monocotiledóneas, gimnospermas y helechos son inmunes. Para saber más: Verticilosis en el Huerto: ¿Qué es? ¿Cómo la identificamos?
Mi nombre es Ricardo Gómez.
Desde pequeño me ha gustado leer y escribir. Ahora, que estoy cursando un máster en periodismo digital, colaboro como freelance escribiendo artículos para diferentes páginas web.
En especial me gusta compartir información sobre agricultura, siembra ecológica y medio ambiente. Entre otras aficiones 🙂
Fabulosa página. Me ha sido de gran utilidad.
Felicidades
Hola,
Tengo una pregunta. Tengo una hiedra cuyo tallo ha engordado muchísimo y amenaza un muro cercano, ¿qué puedo hacer?
Gracias,