Saber cómo podar una planta de jade no debería representar ningún problema para ti porque se trata de una actividad sencilla.
Sin embargo, como todo lo que implica la jardinería, sí que hace falta contar con la información oportuna para lograr resultados favorables.
Las características estructurales de esta especie no exigen la poda como parte fundamental de sus cuidados, pero sí que merece la pena aplicarla para tenerla siempre de 10.
Si estás buscando los datos más específicos sobre esta temática, en las próximas líneas los tendrás.
¿Por qué podar la planta de jade?
De hecho, es poco exigente en torno a los cuidados en general, por lo que representa una alternativa ideal para principiantes. El caso es que como todo en la vida vegetal, el jade también puede crecer a medida que avanza en edad, volviéndose un poco desordenada.
Si quieres que esté siempre en óptimas condiciones, entonces la poda es la alternativa más apropiada para este fin. Por otra parte, no pierdas de vista que en momentos muy puntuales y poco frecuentes hace falta para eliminar partes que estén dañadas.
¿Cuándo es mejor llevar a cabo la poda del jade?
¿Qué herramientas debemos utilizar al podar jades?
La poda de jade la podrás ejecutar con unas tijeras sencillas, un cúter o un cuchillo. Toma en cuenta que sea cual sea la herramienta que escojas, esta debe estar muy bien desinfectada y afilada.
Las herramientas con hoja roma son capaces de causar un impacto muy negativo en las plantas porque no aplican cortes limpios y a veces obligan a utilizar mucha fuerza.
¿Qué consideraciones debemos tener en cuenta al podar jades?
La planta de jade es delicada en lo que respecta a la poda, por lo que no es recomendable aplicar cortes que sobrepasen el 30% de su estructura. En base a esta condición, un paso indispensable que hay que dar antes de promover cualquier corte es definir cuáles partes deben ser quitadas y calcular.
Después de allí, hay que tomar en cuenta cómo quedará la planta al final de la poda, pues el deseo es que luzca hermosa y no desequilibrada.
¿Cómo podar un jade sin dañar la planta?
La poda del jade la ejecutarás en pocos pasos pero recordando siempre la importancia de que estos sean dados según una planificación previa:
- Corta aquellas ramas que se vean muy débiles. Una de las principales características que tiene el jade se orienta al almacenamiento de agua que realiza en sus hojas. Esto provoca que las mismas adquieran cierto nivel de peso y, por ende, hace falta que tengan un soporte suficiente para que no se caigan. En este caso los cortes tienes que hacerlos justo en el punto donde la rama secundaria se une a la principal.
- Recorta hojas de forma individual si el objetivo que buscas es mejorar su aspecto. Esta acción te evitará eliminar más partes de las que deberías y podrás actuar con mucha más seguridad.
- Verifica la disposición de las ramas que hayan quedado para asegurar que exista un buen flujo de luz y ventilación en el interior del jade. De no ser así, procede a podar alguna rama que esté muy cercana a otra y se encuentre causando problemas.
- Desecha todas aquellas partes que se noten con un estado de salud deficiente. A veces esta condición se origina a propósito de que las ramas están muy largas y la distribución de nutrientes es deficiente. Por lo tanto, las hojas se colorean de amarillo y hacen ver a la planta de jade poco vigorosa.
Es importante conocer que las plantas de jade que son menores de un año todavía no tienen una estructura sólida, por lo que no deben podarse. Por otro lado, el tronco o rama principal es la fuente de comunicación entre las raíces y el resto de la estructura, así que no debe podarse a menos que sea por temas de salud.
A la hora de podar jade sí que existen ciertas consideraciones a tomar en cuenta que quizás en otras especies no hagan falta. Pero eso no resta las posibilidades de que lo hagas muy bien, así sea tu primera vez. Esta especie se recupera muy rápido así que no temas de limpiarla cuando lo consideres apropiado.
¡Hola!
Soy Arantxa Bellido y hace años que colaboro con Sembrar100. Soy graduada en Ingeniería Agroambiental (2014) por la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Agroambientales. También he cursado el Programa Oficial de Posgrado en Agrobiología Ambiental por la Universidad de Navarra.